Probablemente algunos de los caballos de paso existentes en España llegaron a Colombia durante la conquista y a partir de ellos se formo esa raza especializada, que hoy se encuentra en Suramérica, parte de Centroamérica y en las Islas del Caribe.
A su turno, el caballo español andaluz procede de la antigua jaca de ascendencia Arabe Berberisca. Es más corto de tronco y de cuello que el anglo-árabe; el regular y mesurado ritmo de sus movimientos y su magnifica armonía lo han hecho uno de los más apreciados del mundo.
Sin embargo, varios estudios sostienen que el caballo que llegó a América era oriundo de Andalucía, con ascendencia árabe, aunque no se conocen documentos que acrediten la entrada de ejemplares árabes a España.
En la población equina influyó la invasión de los bárbaros, que llevaron los pesados caballos germánicos y los pequeños mongólicos, de origen asiático.
Otro observador precisa, en el marco del debate acerca de los orígenes remotos de nuestro caballo de paso, que en la invasión árabe a España los ejércitos eran berberiscos, y por tanto, también lo eran los caballos que ellos jineteaban.
Los argumentos expuestos anteriormente conducen a analistas a concluir que el caballo colombiano proviene del español que tenía ascendencia berberisca, aunque aceptan la posibilidad de que algunos hayan llevado sangre hispano árabe.
Si todos los caballos de paso colombiano, acotan, se desplazan en la misma forma, ello es debido a que los ejemplares que llegaron con los conquistadores eran descendientes de una misma raza.
Los cruces con razas varias, entre ellas la árabe, cuya especialidad era el trote, dieron lugar a una quedista mucho de la andaluza, de ahí que no se asemeje ni en su fenotipo, alzada ni movimientos a nuestros caballos de paso.
Es probable que esa raza haya sido producto de un ejemplar caminador, cuya andadura es estrictamente lateral, y de un trotón, en el cual es diagonal, de ahí que el paso sea una combinación de los dos. No puede asegurarse si el andar del caballo era parecido al actual, que se perfeccionó mediante selección de la raza. Acerca del tema, algunos especialistas de Colombia, Puerto Rico y Perú aseguran que se logro para adaptarlo a la topografía, pues en esos países hay una gran variedad de terrenos: pantanosos, llanos, altiplanos, montañosos, desérticos.
Los estudios reconocen que al país llegaron caballos de movimientos distintos al de paso, los que generaron ejemplares de trote y galope; lo mismo pudo ocurrir con los de trocha, tan famosos hoy como los de paso fino.
Los caballos cartujanos, reconocidos como raza en 1730, llegaron al país 200 años después y tuvieron muy poca influencia sobre la caballada colombiana, pues su importación fue muy limitada, arguyen los conocedores del tema.
En razón de la selección, alimentación y medio ambiente, en las razas americanas, derivadas de las que trajeron los españoles, se originaron diversas variedades en los países y en algunas regiones dentro de ellos.
Los caballos ganaron en estampa, elegancia, nobleza y ante todo en la forma peculiar de sus movimientos, aunque no puede precisarse cuando se dio la perfección en la locomoción del caballo colombiano.
Lo importante en el mejoramiento de su fenotipo y en sus movimientos es su predominio hereditario, que hacen del caballo de paso colombiano un motivo de orgullo nacional, pues se le considera el mejor y mas completo de la raza, como que con frecuencia ha salido airoso en las pistas internacionales donde ha actuado.
CLASIFICACIÓN
Existen tres tipos de caballos: de frente recta, convexa y cóncava, a los que, en su orden, se les denomina rectilíneos, convexilíneos y concavalíneos.
El de paso colombiano es rectilíneo; sin embargo, aquellos con ascendencia berberisca muy acentuada tienden a presentar un perfil convexo como el de su antecesor.
Por el volumen corporal se dividen en hipermétricos, eumétricos y elipométricos.
El de paso colombiano pertenece, por su peso y tamaño, a los eumétricos, es decir, a los medianos.
Al estudiar estas características se determina la relación existente entre el todo y sus partes, así:
· Brevilíneos, con tendencia a ser cortos y anchos.
· Longilíneos, que son altos, un poco estrechos y largos.
· Mediolíneos, donde su ubican los colombianos, que guardan el equilibrio proporcional en todas sus formas; no obstante, se reconoce la existencia de caos muy poco frecuentes en los cuales se encuentran caballos un poco largos y de baja estatura, aunque proporcionados en cuanto a su alzada y bella estampa, lo que distingue al caballo colombiano.
En cuanto a la alzada, en los machos trotones galoperos y trochadores galoperos la mínima es de 1.31 metros y la máxima llega a 1.40; en las hembras, en su orden son 1.30 y 1.38, mientras que en los castrados es de 1.40 a cualquier edad.
La alzada guarda estrecha relación con la finura de los movimientos y la suavidad del ejemplar al soportar al jinete, otra de las magnificas cualidades de la raza. Los animales que no presentan estas cualidades no pueden participar en juzgamientos.